Títeres de la Magia, de Iria G. Parente y Selene M. Pascual

TITULO: Títeres de la Magia (Marabilia #2)

AUTOR: Iria G. Parente y Selene M. Pascual

EDITORIAL: Nocturna Ediciones

PRECIO: 16 €

PÁGINAS: 520 páginas

PRIMERA EDICIÓN: 2016

SINOPSIS:

Los nigromantes de la Torre de Idyll no son como dicen en los cuentos. Allí nadie sacrifica doncellas ni juega con la muerte, solo se estudia entre libros y hechizos.

Clarence, que siempre ha vivido ahí, adora esa calma. Hazan, que conoce el mundo exterior, comienza a cansarse de ella.

Sin embargo, cuando unos venenos letales empiezan a comercializarse por toda Marabilia, ambos deben abandonar esa paz. Alguien tiene que encontrar un antídoto con urgencia... aún si el precio a cambio es uno mismo. 

OPINIÓN PERSONAL:

¡¡ATENCIÓN!! NO CONTINUAR SI NO HAS LEÍDO SUEÑOS DE PIEDRA

¡Volvemos a Marabilia! Y, desde Sueños de Piedra, es un verdadero placer volver a este mundo de fantasía creado por Iria y Selene. 

A grandes rasgos, Títeres de la Magia ha sido una novela muy similar a Sueños de Piedra, cambiando el tono y los numerosos mensajes finales que deja. Pero, como siempre, vayamos poco a poco...

La historia se centra tres años después de todo lo que ocurre en el primer libro (sin contar el epílogo). Como el primero, está contado desde el punto de vista de los dos personajes principales, en este caso Hazan y Clarence, en primera persona, como siempre. Y nos encontramos en la Torre de Idyll, lugar en el que nuestro pequeño Hazan ha estado estudiando duramente. 

Iria y Selene

Hay algo que tener claro de las historias de Iria y de Selene, y es que lo importante no es la trama o la historia, si no los personajes, su evolución y su debate interno. Y más importante aún: los mensajes que nos enseñan con sus acciones. Con esto, empezamos una historia sencilla, sin demasiados giros argumentales (un par o tres, a lo sumo) y, por supuesto, un enorme giro final. También, hay pequeños detalles de la historia que no acaban de encajar, o no quedan del todo claros. Por no hablar de pequeñas cosas que, de haber sido mencionadas en el primero, hubiesen dado un toque redondo al segundo. Pero, como ya comentaron las autoras, Títeres de la Magia no estaba planeado hasta que Sueños de Piedra no estaba ya prácticamente en el mercado. 

Sobre la historia, una de las cosas que me llamó más la atención de este spin off, fue que continuamente, decían lo mucho que la gente señalaba a los nigromantes, cómo se hablaba de que eran malvados... Sin embargo, y aquí menciono el primer detalle que se podía haber comentado en el primer libro, cuando el trío protagonista llega a la Torre, no recuerdo ningún comentario de miedo o similar... Ya sabéis que acostumbro a olvidar muchas cosas, así que si alguien lo recuerda, ¡por favor, que me quite de mi error! 

En su momento, cuando vi que eran el tipo de hechiceros que eran, no pude evitar pensar en "los malos de la peli". Sin embargo, según los conocí, di por hecho que se trataban de otro tipo de Nigromantes. Y, entonces, me salen con que no, que son los Nigromantes de toda la vida solo que la gente se ha inventado rumores sobre ellos... ¡Que queréis que os diga, hubiese estado bien un asombro o algo por parte de Lynne, Arthmael o Hazan en su momento!

De todos modos, el hecho de que ese tipo de hechicero malvado fuese el protagonista de la historia, me encantó. Y más cuando ese pensamiento que teníamos los propios lectores lo refleja el propio Hazan al principio de la historia. 

Hazan

Hablemos de los personajes de esta novela, empezando por, por ejemplo, Hazan. El inocente niño que conocimos en Sueños de Piedra y que ahora ha crecido y tiene 17 años... Este muchacho no ha cambiado en absoluto. Aunque con tres años más, sigue siendo igual de inocente y soñador que el primer día. Cometí el error de seguir viéndole como el niño que era en el primer libro. En todo lo que hacía, no dejaba de sonar en mi cabeza con la voz de niño con la que solía escucharle. Al fin y al cabo, seguía siendo el mismo Hazan de entonces. 

Y no fue hasta que continué leyendo; Hazan empezó a madurar y dejar esa inocencia de lado, cuando, por fin, su voz en mi cabeza se volvió adulta. Me costó mucho llegar a ese punto. Me sentía como Lynne y Arthmael en este mismo libro. Pero cuando empezó a conseguir esa confianza en sí mismo, la imagen cambió poco a poco. Al final, termina siendo un nigromante más en el equipo que hace con Clarence y Ariadne. 

Clarence

Clarence, por otro lado, me resultó un misterio desde que le conocí en Sueños de Piedra. Sabía que ese chico que intentó ligar con Arthmael podría dar que hablar. Y así fue. Aunque debo decir que, cuando lo conocí, no me esperaba ni por un segundo, lo que guardaba este personaje debajo del medallón. 

Desde el principio, Clarence deja más que claros sus sentimientos. Y si añadimos todo lo que iban diciendo las autoras por RRSS, ya terminábamos por atar cabos en poco tiempo. Y continuando por las RRSS, no dejaba de leer comentarios de lo maravilloso que era Clarence. Y yo solo podía ver a un chico lleno de inseguridades, que no dejaba de intentar ocultarlo detrás de su máscara de tutor y próximo heredero de la Torre. Sin embargo, según continuaba la historia, empezabas a conocer al auténtico Clarence, un chico altruista que necesita darlo todo por los demás y que, como dice la sinopsis de la historia, no le importaba si tenía que dejarse a sí mismo por el camino. Y, como todo buen personaje profundo, tiene sus pegas. Ha vivido toda su vida en la Torre y no sabe lo que hay más allá. Por lo que, en el momento en el que se ve en medio de toda esa nueva aventura, la ansiedad y la depresión le invaden. Todo por la nula confianza en sí mismo. 

Puedo afirmar que, Clarence es el personaje más redondo de esta segunda historia de Marabilia.

Ariadne

Luego nos encontramos con Ariadne, una chica que no me acabó de matar mucho desde un principio. Era demasiado guapa, demasiado inteligente, demasiado perfecta... Lo único, tiene cierta condición sexual, en mi opinión, la más estigmatizada de todas. Pero os dejaré que la averigüéis vosotros mismos.

Por supuesto, aquí no podían faltar mi pareja favorita: Lynne y Arthmael, una aparición estrella sin demasiado protagonismo. Eso sí, el suficiente para que no olvidemos quiénes son y su importancia. 

Vemos a un Arthmael como al inicio de Sueños de Piedra. En el primer libro, viéndolo todo a través de sus pensamientos, Arthmael cambiaba ante nosotros, evolucionaba a un hombre completamente diferente. Lo que no éramos conscientes es que continuaba siendo el mismo chico tranquilo y ególatra, ahora Rey de Silfos. Sin embargo, con nuestra queridísima Lynne sigue siendo el mismo romanticón que a más de una hizo suspirar. Pero claro, ahora solo veremos lo que él quiere mostrarnos.

Lynael is real

Por otro lado, Lynne sigue en su papel de madre con Hazan. Incluso nos da una imagen muchísimo más segura de la que encontramos en Sueños de Piedra. Por no hablar de sus continuas bromas ácidas ya tan habituales en la autora madrileña y que tanto me encantan. Sin embargo, con el poder de los nigromantes, podemos ver que Lynne sigue escondiendo ese espíritu frágil y quebradizo que tantas veces nos mostró en la primera novela. Pero, como con Arthmael, ahora solo nos muestra lo que ella quiere que veamos. 

Iria y Selene han hecho un muy buen trabajo con la encarnación de los personajes. En cualquier continuación no preparada de un libro, fácilmente te encuentras con personajes que ves claramente que no son los mismos. Y no es este caso. Sin embargo, sí que alcanzamos a ver quién es quien en la pluma. 

Aunque lo han admitido en las presentaciones de los libros, rápidamente identificas las bromas ácidas y sarcásticas de Iria, y los pensamientos dulces e inocentes de Selene. Aunque hay que añadir, que en Sueños de Piedra nos cogieron a todos por sorpresa cuando admitieron que Arthmael era Selene y Lynne era Iria. Sin embargo, en este segundo libro, se ve claramente quién es quien. Las cosas como son: que esté narrado en primera persona les da completa libertad para escribir encarnando a la perfección a cada personaje. 

¡Vayamos a la ambientación!

Iria y Selene han conseguido un mundo de fantasía real en el que tiene su propia tierra, moneda, bestias... ¡hasta refranes y canciones! Ya en Sueños de Piedra nos sorprendieron con el repetido "ni por todo el oro de Marabilia". Y aquí, nos saltan con "¿Qué clase de monstruo te ha mordido?", como asegurando en la mente de sus personajes que los monstruos existen y, de rebote, asegurándolo en nuestras mentes. Estas dos chicas se curran estos detalles que, al final, es lo más bonito de una historia. 

Tengo que admitir que mi escena favorita fue la de las sirenas. Fue la más diferente de los dos libros, la que presentaba un escenario completamente nuevo, unas criaturas que no habían aparecido hasta aquel momento y una forma de actuar (de estas criaturas) que, por supuesto, no se había visto. ¡Estoy segura de que, como Iria y Selene continúen indagando en este mundo mágico, acabaremos con la Enciclopedia de Marabilia!

Continuando con la ambientación, debo destacar la forma en la que se narra el

Os dejo por aquí la dedicatoria de las autoras en la
firma de Valencia... Porque puedo... 

epílogo. Durante toda la novela, nos encontramos con que Hazan y Clarence nos van contando su historia. Sin embargo, en cuanto llega el epílogo, parece que los personajes protagonistas se apartan, dejan las plumas, y permiten que Iria y Selene nos cuenten qué ocurrió con ellos después de esa historia. Es maravilloso ver cómo los personajes tienen tal realismo que puedes ver cómo se levantan del escritorio y se van a vivir lo que les queda de vida. 

Por último, quiero comentar un poco la edición del libro. Como la mayoría de libros que he visto en Nocturna, es en rústica, tapa blanca con solapas. La maquetación interior, maravillosa, con los inicios de capítulo personalizados para cada personaje (aunque creo que ya es una firma de las autoras...) y con una tipografía perfecta para facilitar la lectura. Además, no puedo olvidarme del maravilloso trabajo de Lehanan Aida, por el mapa, los detalles de inicio de los capítulos y las ilustraciones que vienen al final del libro. 

¡Solo tengo una pega! Y es que creo que el color de las letras de la cubierta (en el lomo y la cubierta posterior), no es el más adecuado... Se mezcla demasiado con la imagen y dificulta la lectura. 

ENTONCES... ¿QUÉ?

Títeres de la Magia es una realidad metafórica que viven miles de jóvenes en todo el mundo: las diferentes orientaciones sexuales, el amor entre profesor y alumno, el amor entre personas con mucha diferencia de edad, el racismo (en el caso de los nigromantes), las dudas en la orientación sexual, el fracaso escolar y los contínuos tropiezos en nuestras elecciones... En general, tengo la impresión de que Marabilia trata sobre el amor, en todas sus versiones, y las inseguridades de uno mismo. Marabilia es un continente de enseñanza para todos los jóvenes.

Simplemente, leedlo. 

NOTA PERSONAL:

¡Estas chicas son marabiliosas!

¡Nos leemos!