El Lado Salvaje, de Sally Green (Una vida oculta #2)

TITULO: El Lado Salvaje

AUTOR: Sally Green

EDITORIAL: Océano Gran Travesía

PRECIO: 16'95 €

PÁGINAS: 448 páginas

PRIMERA EDICIÓN: 2015

¡¡ATENCIÓN!! ¡SPOILERS DE LA SAGA A CONTINUACIÓN!

SINOPSIS:

Regresa Nathan, protagonista de "El Lado Oscuro", el extraordinario thriller de terror, suspense y magia que ha atrapado a miles de lectores. En esta secuela, volvemos a encontrarnos con Nathan, un chico que fue criado en el seno de una familia de benevolentes brujos blancos, pero es rechazado por los demás debido a que su padre es Marcus, el brujo negro más temido de todos los tiempos. En esta ocasión, el protagonista debe seguir huyendo, solo que ahora es más consciente de los poderes que posee y de la forma de utilizarlos para sobrevivir. A lo largo de estas páginas, le vemos tratando de encontrar a su amigo Gabriel y rescatar a Annalise, quienes son sus únicos aliados.

OPINIÓN PERSONAL:

Estoy contenta. Me siento feliz con cómo ha sido mi experiencia con esta segunda parte de la trilogía. 

Cuando terminé la primera parte (El lado oscuro) me sentí muy desilusionada. Tenía unas expectativas muy altas para un libro que, viéndolo con perspectiva, no era otra cosa que la introducción a la historia.

Pero vayamos por partes, como dijo Jack el Destripador...

El Lado Salvaje empieza unas horas después del final de El Lado Oscuro. Nos encontramos a un Nathan que ha perdido la conciencia por su propio don. Cuando vuelve en sí, tiene vagos recuerdos de lo que ha hecho y, ante todo, debe mantenerse positivo. Esa es la excusa que nos pone la autora para hacernos un resumen de lo que le ha ocurrido al protagonista durante el libro anterior. El tema de los resúmenes o los típicos "Anteriormente en..." de las series, es que no abundan en los libros (por no decir que es la primera vez que lo veo...). Aunque creo que ese resumen se extendió un pelín (dos capítulos, si no me falla la memoria), si que lo agradecí para tener presente los sucesos más importantes del primer libro. ¡Y no estuvo para nada mal llevado! (La única pega, como he dicho, es que se extendió algo más de lo necesario). Además, en los momentos en los que se volvía negativo, podíamos empezar a conocer a su recién encontrado Don.

Esto del Don me recuerda otra cosa que quería comentar: las descripciones crudas e incluso gores que aparecen. En El Lado Oscuro pude empezar a ver esas descripciones; pero en la segunda parte, casi se duplican. Por no hablar de que, como he comentado, llega el gore en estado casi puro. De hecho, en alguna ocasión tuve que apartar la mirada de la lectura, porque mi mente estaba creando unas imágenes exageradamente violentas. Pero seamos realistas: ¿cómo lo haces para describir la forma en la que abren en canal a una persona? Aunque eran escenas que impresionaban, creo que para relatar "El Lado Salvaje", eran muy necesarias. 

Pero hubo un detalle que me hizo muchísima gracia: describía a la perfección las escenas violentas pero, cuando algún personaje insultaba, solo decía "Le insulté". ¿Por qué, Sally Green? ¡Me puede la curiosidad! Siempre he pensado que la violencia física era un escalón muy por encima de la violencia verbal. Pero imagino que la autora pensó que los jóvenes podrían copiar ese tipo de palabras; ese tipo de escenas violentas requieren de una ligera locura asesina.

Sin desviarnos de Nathan, hay que decir que en esta segunda parte vemos ya a un protagonista completo, desarrollado, evolutivo... Lo que me llevó a pensar más aún que El Lado Oscuro era una introducción. Anteriormente, no entendía a Nathan, no llegué a congeniar con él... Solo veía a un muchacho errático que no sabía qué tenía que hacer con su vida. Ahora, por fin, vemos a un Nathan definido, sufridor como el que más al que parece que le ha tocado toda la mala suerte repartida por el mundo. Y vemos que no es un pozo sin fondo: nuestro protagonista estalla a menudo en forma de agresividad. Además se nota que empieza a encajar en ese extraño mundo. Empezamos a ver que tiene una especialidad que le da ventaja en el combate. Y eso hace de Nathan la pieza que no sabíamos si encajaría en el mundo.

Muy cerca del corazón de nuestro protagonista se encuentra Annalise, la niña mimada a la que odié casi desde la primera página en la que sale. ¡Y así sigue! Puedo incluso afirmar que mi odio ha aumentado viendo la horrible novia que es (que ya en El Lado Oscuro me pareció pésima). Parece que, poco a poco, se va cumpliendo lo que pensé de ella al final de la primera parte. Esta chica, en ningún momento, ha sabido hacer las cosas bien. Nos la pintan como la típica niña perfecta, madura, con cabeza y antiestereotipos y resulta ser todo lo contrario, algo que ya me esperaba. Por suerte, el tercer libro promete mucho con este personaje...

Siguiendo con los personajes cercanos a Nathan, nos encontramos a Gabriel, ese maravilloso chico que había sufrido un accidente con su particular don. Ya en el primero, podíamos empezar a ver que este personaje guardaba un muy suculento secreto. ¡Y es en El Lado Salvaje cuando lo vemos en todo su esplendor! ¿Sabéis lo maravilloso que es ver que una relación homosexual es llevada con total normalidad? Como si esa escena se escribiera con una pareja heterosexual (por estereotipar la escena, entendedme) y, sin más, le cambian el sexo a uno de ellos. Me explico: un personaje quiere a otro personaje que es de su mismo sexo y el segundo se siente mal por no sentir lo mismo que el primero, y no porque sea de su mismo sexo, si no porque le tiene cariño y no quiere herirlo. ¡Es maravilloso!

Además, fue algo que no me esperaba para nada. Claro, no te dice en ningún sitio que se va tratar ese tema: la mayoría de novelas que hablan sobre ello (sobre todo cuando es la parte principal de la trama), parece que necesitan ponerse una pegatina que ponga: "Novela de temática LGTBI". Por eso me gustó tanto esa parte -corrí a decírselo a mi mejor amigo y todo...-

Bueno, corramos un tupido velo en todo este fangirleo y prosigamos...

Celia, ese personaje que le arrebata a Nathan dos años de su vida a base de maltratos. Al ver esta segunda parte, me doy cuenta de lo mal construida que estaba. Para que os hagáis una idea: cuando se separan, me dio la sensación de que a Nathan le dolía [esa separación], como que le había cogido cariño a su captora... Se da el Síndrome de Estocolmo, pero no lo veía lógico en esta trama.

Efectivamente, cuando nos encontramos con este personaje de nuevo (que, de verdad, parecía que no la iba a volver a ver y que había sido un personaje de completo relleno), la reacción de Nathan es la lógica: rencor, odio y rabia.

En esta segunda parte, este personaje cobra importancia y, además en un tema que será decisivo para el final de la trilogía. ¡Estaré atenta a este personaje!

Por último, en cuanto a personajes, quisiera referirme a dos más: Victoria (Van para los amigos) y Nesbitt. Nos presentan a estos personajes un poco con misterio, como manteniendo la idea de que, quizá, no son de fiar. Y no sé si es que hay mucho misterio a su alrededor, o que realmente es así, pero Nesbitt me pareció el personaje más plano de todos. Sí que me dio la sensación de que estaba ocupando el lugar de Rose, pero no veía sentido a nada de lo que hacía, como si no hubiese nada que le motivara a actuar de la manera que lo hacía. 

Victoria, por otro lado, me llamó la atención bastante. Sí que me recordó a Mercury, como una versión más light de ese personaje que nos presentan en el primer libro. En su momento pensé que Mercury daría que hablar (que ha dado, para qué negarlo), pero me esperaba mucho más de él. Ahora, esas esperanzas están en Victoria, que apenas se nos ha contado nada sobre ella. 

Bueno, dejemos de lado a los personajes y hablemos un poco del resto del libro. 

Sobre la historia en sí, la trama general, no os negaré que es lo que pensé que sería desde el momento que leí los dos primeros capítulos del primer libro. Sin embargo, la frescura que aporta todo el tema de los diferentes dones, le da un pequeño giro al lugar en el que debería terminar todo. 

En cuanto a la ambientación, tengo la sensación de que no es el fuerte de la autora. Aunque hace descripciones correctas, sí que se queda un pelín corta y no da mucho pie a ver más del lugar en el que están. Tengo la sensación de que necesito saber más sobre ese mundo en el que está basándose (por muy actual que sea, tiene que haber alguna diferencia). Además, los lugares son muy similares unos de otros. Que quizá es que se mueven por zonas de climas muy parecidos... Pero vamos, que podría haber algo más de variedad.

Por último, quiero destacar algo de la edición. Aunque el formato es exactamente igual que el primero, si que me he podido percatar de un detalle: el primer y último capítulo están narrados en segunda persona (tú), mientras que el resto está en primera persona. Es algo que no he visto nunca antes y, sobre todo, usar ese tiempo verbal me parece muy novedoso. Otro detalle, que no sé si tendrá alguna importancia, es que el nombre del primer y último capítulo es el mismo. Me da rabia no haberme fijado más en estas cosas del primer libro... 

Por otro lado, la novela sigue estando llena de errores gramaticales y ortotipográficos, que no hacen otra cosa que chirriar mientras lees. ¿Son graves? No, para nada. Pero te hace leer varias veces una misma frase porque no entiendes qué quiere decir.

ENTONCES... ¿QUÉ?

Con El Lado Salvaje me he llevado una sorpresa muy buena. Salvo pequeños errores que ya son comunes, la historia en sí se ve más desarrollada y con mayor profundidad. Que sí, que esto mejora. Y espero que la tercera parte esté, al menos, al nivel de esta segunda.

NOTA PERSONAL:

¡Nos leemos!