martes, 26 de julio de 2016

El lado oscuro, de Sally Green (Una vida oculta #1)

TÍTULO: El lado oscuro (Una vida oculta #1)

AUTOR: Sally Green

EDITORIAL: Océano Gran Travesía

PRECIO: 16'95 €

PÁGINAS: 419

PRIMERA EDICIÓN: 2014


SINOPSIS:

Nathan siempre ha sentido que no encajaba en el mundo en el que vivía. Aún siendo hijo de una gran bruja blanca, que su padre fuera el mayor brujo negro de la historia le ha llevado a ser despreciado por toda la comunidad de brujos blancos e incluso por miembros de su propia familia. Por ello, Nathan debe averiguar qué lado es más fuerte en él: su lado blanco o su lado oscuro. Y eso le embarcará en una peligrosa aventura en busca de su propia identidad.



OPINIÓN PERSONAL:

Este libro hacía tiempo que tenía muchas ganas de leer. De hecho, añadí esta trilogía a Sagas de libros que NO he leído porque así era... hasta hace unas semanas que lo encontré en la biblioteca del pueblo donde vivo (¡un hurra por esas bibliotecas modernas con amplio catálogo juvenil!). Y ayer, cuando terminé este libro, sentí una punzada de decepción... Pero os contaré más ampliamente.

Nos encontramos con un mundo dividido entre humanos, brujos blancos y brujos negros. En este mundo, ambientado en la época contemporánea, los humanos tienen pleno conocimiento de la existencia de estos brujos: en algunos lugares los permiten y en otros los desprecian. Sin embargo, la historia se centra en los brujos, empezando por los brujos blancos, quienes tienen el poder sobre los brujos negros, que viven en una constante huida. Cada brujo, al alcanzar los 17 años, se le realiza un especie de ritual en el que se convierte, oficialmente, en brujo. Después de ese momento, cada brujo debe encontrar su don, que, en cada persona, puede ser diferente, aunque suele heredarse de padres a hijos. 

El libro empieza de una forma un tanto caótica, incluso misteriosa. Nos narra dónde está metido Nathan, pero no es el principio de la historia. En la segunda parte, nos encontramos la historia de cómo acabó en ese lugar. ¡Pero ese lugar tampoco es el final! 
A ver, empezar por el final es un recurso bastante usado en toda clase de historias (sobre todo libros) y algo que me gusta bastante. Es como que te hacen un spoiler ultra bestia pero te pica el mero hecho de saber cómo ha llegado la cosa a estar de esa manera. En este caso, aunque lo normal es narrar justo el final de la novela, tampoco está mal llevado. Es novedoso y, como bien digo, te entran ganas de ver cómo ha acabado ahí.
Además, algo que me falló mucho fue el tiempo verbal de los primeros capítulos. La primera persona hay que saber llevarla muy bien, y los primeros capítulos me pareció bastante forzada. Según fue avanzando la historia, mejoró, por supuesto. No se me hizo tan pesado.

Sally Green, autora de la trilogía
En medio de esa explicación de cómo Nathan acabó donde estaba metido, me encontré con la típica historia de instituto: chico malo conoce chica monísima de la muerte; chico malo y chica monísima de la muerte se enamoran; hermanos de la chica monísima de la muerte no les gusta la relación que tiene con chico malo. Porque sí: hay romance. Pero un romance insulso, sin más, que ni destaca ni tiene gracia. Vamos, que para nada del mundo es el eje central de la historia (ya veremos si lo es del segundo libro...)
Y siempre, en todo momento, te van contando las cosas como si hubiese un gran misterio. No dan, en ningún caso, demasiados detalles, más bien todo lo contrario. Es como si la autora quisiera que te fueras enterando de las cosas incluso después que el propio protagonista. Y creo que eso es un arma de doble filo: por un lado de pica, porque yo no dejaba de preguntarme por qué todo el tiempo; pero a la vez no te enteras de nada hasta que no estás a media novela y vas sacando cosas por el contexto. Por ejemplo, si os digo, fain, ¿qué creéis que es? Que quizá lo explican en algún sitio y yo soy tan feliz que ni me enteré hasta que lo averigüé de tantas veces que lo mencionaban. 

Durante el 90% de la novela, no dejan de explicarnos lo malos que son los brujos negros y lo buenos que son los blancos. Sin embargo, no es hasta casi el final de la historia que no empiezas a ver algún brujo negro y puedes empezar a juzgar por ti mismo. Es más, aún habiendo terminado el libro, sigo pensando que ni los blancos son tan buenos ni los negros tan malos (algo que, si me permitís, puede darse incluso en nuestra sociedad). 
Me gustó cómo la autora ha dejado entrever que no todo es blanco o negro, si no que puede haber toda una escala de grises por en medio. En algún que otro momento, comentaba actividades que hacía algún brujo negro y me sorprendió cómo podía ser incluso más pacífico (estereotipadamente, claro) que alguna que pudiese realizar uno blanco. Creo que en el segundo libro defenderé a los brujos negros como las víctimas del sistema sobre la hegemonía de los brujos blancos ya se te empieza a ir la cabeza, Jess...

En cuanto a cosas generales de la historia, debo destacar el ligero mensaje feminista que había detrás. O al menos, del mensaje anti patriarcado. En el mundo que conocemos, los apellidos (cuando hay dos), si no lo pides expresamente, ponen el del padre primero: en este mundo, para codificar a los brujos, primero usan el lado materno. En nuestro mundo, suele decirse que la mujer es más débil físicamente que el hombre: entre los brujos, las mujeres son las que tienen los dones fuertes, mientras que muy pocos hombres los consiguen (suelen tenerlos más bien débiles). Sin embargo, sí que me gustaría que dentro de la descripción de este mundo, explicaran por qué el poder de las mujeres es mucho más poderoso que el de los hombres (tiene que haber alguna razón, vamos).
Me gustó especialmente cómo la autora describía hasta las escenas más crudas y sin ningún tipo de problema. Es algo que no encontramos tan a menudo en la literatura juvenil, como si los jóvenes pudiesen ver todas las desgracias que ocurren en el telediario pero no leer cómo se hacen determinadas heridas.
También me hizo gracia cómo el mundo era un pañuelo... uno muy pequeñito. Todo brujo negro del que le hablaban al protagonista, resultaba estar emparentado de alguna manera. Es entretenido, sin dudas, siendo un poco telenovela. Pero me resultó difícil de creer. ¿Tan pocos brujos negros han habido en el mundo? Creo que ahí me falta mayor explicación.

Hablando de personajes, en general no me transmitieron demasiado. He leído otras reseñas en los que dicen que les parecieron personajes muy bien elaborados. Pero a mí me parecieron bastante planos y llenos de clichés. Por ejemplo, el protagonista que se hace el malote pero en el fondo es un blando, la chica dulce, la chica dura... En general me parecieron demasiado simples.
Quizá, si tengo que destacar alguno, puede que sea Gabriel. Fue el personaje que más me llamó la atención. El que más podía dar de si y más profundidad podía tener su pasado. Quizá por eso la autora sacó un par de historias cortas sobre este personaje
Pero por lo demás, como he dicho antes, me parecieron más bien simples. Por no hablar de Annalise, a la que odié. Me dio bastante rabia lo sumisa que era, lo rápido que le ordenaban algo y agachaba la cabeza. Hay algo que creo de este personaje, que no comentaré porque podría ser spoiler, pero por como es esta chica, le va que ni pintado.
Por último comentaré una curiosidad que seguramente solo unas pocas personas pillen: el poder de Jessica me recordó muchísimo al de los doppler de la Saga de Geralt de Rivia.

Dejando de lado los personajes, quiero comentar alguna cosa sobre la forma en la que estaba narrada la historia. No me pareció mala, sin embargo sí que me dio la sensación que había bastante que mejorar. Sobre todo a la hora de las descripciones. Había momentos en los que me describía algo, yo entendía una cosa y en el párrafo siguiente era como si esa descripción nunca se hubiese dado. Me dio bastantes quebraderos de cabeza, de estar removiendo hojas hacia delante y hacia atrás porque había cosas que no acababan de cuadrarme con la propia narración

Por último, quiero comentar un poco la edición. Es que es el segundo libro que leo de Océano Gran Travesía y, aunque las ediciones en sí son realmente muy bonitas y trabajadas, la maquetación no lo es tanto. Tengo entendido que esta editorial es de México, y quizá la sintaxis, la ortotipografía y algunas palabras no se digan de la misma forma (cosa que no me extrañaría). Pero hay algo que me ha complicado algo la lectura: los puntos y a parte de las conversaciones. Os pondré un ejemplo de cómo aparecen en este libro: (la conversación es completamente inventada)


- Vaya, me alegro mucho de verte -dijo la chica.
- Sí, hacía mucho que no nos veíamos. ¿Cómo te va la vida? -respondió el muchacho con entusiasmo.
- Pues muy bien. Hace un año que terminé la carrera. Hice el grado de Estudios literarios y estuve pensando en hacer el Máster de Edición. ¡Me encantaría ser editoria! Sin embargo estuve mirando los precios y se van completamente de mi bolsillo.
- Empecé a trabajar en una editorial, como correctora, para hacerme con algún dinerillo y ahorrar, a ver si consigo, algún día, hacer el Máster. Ay... perdona, qué manía con monopolizar la conversación, ¿cómo te va a ti?
El chico se quedó mudo. Su historia no era ni la mitad de interesante...


Como podéis ver, mientras un personaje habla y se mantiene en la misma línea, no hay ningún problema. Pero en el momento en el que hay un cambio de línea, Océano pone otro guión, lo que puede llevar a confusión y creer que es el chico el que está hablando. Normalmente, creo que es mejor hacer lo siguiente:


- Vaya, me alegro mucho de verte -dijo la chica.
- Sí, hacía mucho que no nos veíamos. ¿Cómo te va la vida? -respondió el muchacho con entusiasmo.
- Pues muy bien. Hace un año que terminé la carrera. Hice el grado de Estudios literarios y estuve pensando en hacer el Máster de Edición. ¡Me encantaría ser editoria! Sin embargo estuve mirando los precios y se van completamente de mi bolsillo.
>> Empecé a trabajar en una editorial, como correctora, para hacerme con algún dinerillo y ahorrar, a ver si consigo, algún día, hacer el Máster. Ay... perdona, qué manía con monopolizar la conversación, ¿cómo te va a ti?
El chico se quedó mudo. Su historia no era ni la mitad de interesante...


Colocando esas comillas, dejas claro que la conversación está continuando y no es el chico el que contesta. Supongo que lo primero también es correcto, no lo sé (no me matéis, es mi opinión tras llevar tantos años leyendo y viendo libros de toda clase), pero me parece como más clara la segunda opción. ¡De todas formas, es una sugerencia que, si Océano me lee, podría atender!
También me encontré con errores ortotipográficos con respecto a los guiones en medio de las conversaciones... Pero vamos, ya no me hagáis ni caso que son simples errores que veo porque soy una maníatica. Se me acabará conociendo como Jess la maníatica de la blogoesfera. 



ENTONCES... ¿QUÉ?

Después de toda estas parrafadas, El Lado Oscuro no es un mal libro. ¿Que me esperaba más? Sí. ¡Y sigo esperando mucho de la segunda parte! Es un libro que logra entretener y te pica para saber cómo puede acabar todo. Eso sí: acaba siendo un poco predecible.



NOTA PERSONAL:

3/5

2 comentarios:

  1. ¡Hola! Este libro lo tengo hace un año esperando a ser leído, me ha gustado bastante tu reseña, haber cuando me animo a leerlo. Saludos ♥

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    Respuestas
    1. ¡Hola, Thays!
      ¡Claro, anímate a leerlo! Aunque a mí me haya decepcionado un pelín, nunca sabes cuándo vas a volver a enamorarte de una historia ;). ¡No hay que cerrar puertas a nada!
      ¡Un saludo!

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