Crónica: Presentación de Sueños de Piedra

¡Hola a todos! ¿Todo bien? ¿Maravilioso?

Bien, hoy os traigo una crónica del día que pasé el pasado sábado 24 de octubre, en la maravillosa librería Gigamesh. 

Antes de empezar, avisar que las imágenes no son de la mejor calidad: ¡había muchísima gente y era complicado moverse para sacar buenas fotos!

Desde hacía un mes, más o menos, Nocturna Ediciones empezó a avisar de las presentaciones que habría con la publicación de la nueva novela de Iria G. Parente y Selene M. Pascual, Sueños de Piedra. Y una de las paradas que harían las autoras sería la librería Gigamesh, de Barcelona. ¿Quién podía resistirse a esa idea? ¡Y más sabiendo que las autoras tenían como presentadores a booktubers! Y en el caso de Barcelona, estarían acompañadas de Andreo Rowling, una dulcísima chica que conozco desde hace poquito y que llamó mi atención el día que empezó a seguirme por Twitter. ¡Qué descubrimiento fuiste!

Yo aún no había tenido ocasión de leer el libro, pero con todas las buenísimas críticas que estaba recibiendo, cada vez tenía más y más ganas. Así que, aún con la preocupación de llegar el mismo día de la presentación y encontrarme con que no quedaba ni un solo ejemplar, decidí que quería darle ese dinero a Gigamesh (si es que son tan simpáticos que dan ganas de darles mucho amor <3). 

Llegó el sábado y, como no, mi chico atendió mi petición de ir con muchísimo tiempo (<3). Salimos de su casa sobre las 16:30 (la presentación era a las 18:30... para que os hagáis una idea) y fuimos directos a coger el ferrocarril que nos llevaría hasta Plaza Cataluña. Llegamos sobre las 17:05 y, desde allí, fuimos andando hasta la calle Bailén (unos 20 minutos). Y qué sorpresa me llevé cuando allí, en la entrada, hablando con una chica, estaba Andreo Rowling. No le dije nada: me sabe mal molestar a nadie sabiendo que no dejan de ser personas normales y corrientes. 

Una vez entramos, busqué rápidamente los ejemplares de Sueños de Piedra, cruzando los dedos para que hubiesen sido muy previsores en la librería y tuviesen un buen montón de ejemplares. ¡Y qué alivio sentí cuando vi montones por varias zonas de la librería! Cogí uno, por si acaso, y nos dimos cuenta que la zona en la que se hacen todas las charlas y conferencias estaba cerrada. Pensamos que quizá estaba otra charla... pero cuando nos asomamos, estaban ya las autoras. ¡Mini infarto, porque pensé que quizá se hubiese adelantado la charla! Pero debían de ser preparaciones de cámara, fotos... Pues a los pocos minutos salieron las dos y fueron a hacer sus cosas. 

Después de aquello fui a mostrador a pagar el ejemplar, para no dejarlo para más adelante: había gente que estaba empezando a sentarse en las sillas de la zona de charlas y tampoco queríamos quedarnos sin sitio (podría durar mucho tiempo). Según pagaba, mi chico me dijo que una de la autoras (Iria), pasó por detrás de nosotros y se fijó que estaba comprando su libro. Eso me llevó a pensar que debe ser un sentimiento maravilloso, eso de ver delante de ti como compran tu libro. Creo que yo me dedicaría a espiar por agujeritos a todo el mundo que lo comprase y a sonreír como una tonta... 

Total, que al poco tiempo decidimos entrar ya en la zona de charla porque la gente se estaba saltando el cordón para coger sitio. Y aún con el tiempo con el que entramos y que pudimos sentarnos, tuvimos que conformarnos con la última fila, desde donde casi no se veía la mesa donde se sentarían las tres chicas. Pero no fuimos los peor parados en ese sentido... En cuanto empezó a llegar más gente, ¡no entraban ni en la propia zona de charlas! ¡Si el evento de facebook ponía que asistirían unas 76 personas, allí debían haber por lo menos 100! La zona se quedó pequeñita, vamos.

Poco antes de que empezara la charla, me sorprendió la llegada de Never Be Hopeless, una pareja de booktubers que también descubrí hace poquito por la misma razón que Andreo Rowling. Sabía que eran de Barcelona y que se llevaban muy bien con la presentadora, pero en ningún momento caí que se pasarían. ¡Pero allí estuvieron!

Entonces, a las 18:30 en punto, empezó la charla. Andrea era la encargada de hacer las preguntas que las autoras contestarían. Tampoco voy a meterme en detalles de lo que se habló (os dejo un link con el streaming que hizo Gigamesh de toda la presentación).


Lo que si que haré será comentar los tres detalles que me encantaron (y el único que no acabó de convencerme). Hablaron de las enseñanzas que tenía ese libro: la trata de blancas, el feminismo, amor sin posesión... Y podéis imaginar mi entusiasmo. Esos son los libros que realmente merecen la pena. Además, tal y como dijo Iria, los jóvenes también tienen derecho a leer sobre estos temas, saber sobre ellos. No todo es color de rosa: la trata de blancas existe y es un problema de la actualidad. Y es maravilloso ver como autoras como Iria y Selene han escrito sobre esos temas. 

Lo segundo que me encantó fue cuando Andrea les preguntó que qué les dirían a esas personas que quieren escribir. La respuesta de Selene fue sencilla pero clara: "escribid". Y había mucha verdad en esa simple palabra, pues si alguien quiere escribir, que escriba, sea lo que sea y aunque esa historia no llegue a nada. Escribe mientras te apetezca. 

Y la respuesta de Iria fue para aplaudirla en el momento. A parte de que le dio la razón a su compañera de derechos, añadió algo que particularmente le irritaba: "la gente que escribe para publicar". ¿Cómo vas a escribir para publicar si ni siquiera te gusta tu propia historia? ¿O si no has hecho algo que tu leerías? ¿O si no tenéis nada de contar? Tal y como dijo, jamás hay que escribir con la intención de ganar dinero o ver tu libro en una librería (como dijo la autora, para eso te autoeditas una historia y la pones en una estantería de una librería y te dices "¡Ay, que bonito queda!" ). Hay que escribir porque quieres contar algo, porque lo necesitas... Y lo más importante: lo que a ti te apetezca.

El tercer punto que creo que me sorprendió a mí y a todos los que estábamos allí presentes fue que Sueños de Piedra fue escrito en 15 días... Como lo leéis... ¡¡Quince días!! Lo primero que piensas ante un libro que se ha escrito tan rápido es que su calidad debe ser nefasta, sin embargo, para nada ha sido así. No deja de demostrar la increíble pluma que tienen estas dos chicas juntas. ¡Son imparables! 

Si que es verdad que la idea de esa novela surgió mucho antes. Según decía Selene, surgió en 2009, por lo que llevaba ya varios años madurando en la cabeza de estas dos chicas. Quien sabe qué otras historias maravillosas estarán madurando en estos momentos...

Ahora, lo único que no acabó de convencerme es que, como creo que comentó Selene, es que soltaron algún spoiler. No es que develaran el final y nos dejaran a todos los que no habíamos leído el libro con un canto en los dientes. Pero sí que hablaban con más libertad sobre contenido del libro sin tener en cuenta que podían desvelar bastante más de lo recomendable. 


Pasada la charla, se pasó a las preguntas del público. Como siempre, me entran ganas de preguntar cualquier chorradita que se me venga a la cabeza. Y, también como siempre, el miedo escénico me puede. Me limité a escuchar y reír con las preguntas que hacían algunos y las respuestas de las autoras.

Finalmente, cuando ya se dio por finalizada la charla, era el momento de las firmas. Aquello fue el caos total. Todo el mundo se levantó y empezó a rodear a las tres chicas como una marabunta. No hubo ningún tipo de orden: el primero que llegaba, antes conseguía la firma. 

Hubo alguien, no tengo ni idea quién porque solo debieron enterarse los que estaban más adelante, que llevó galletas para la ocasión. Mirad, os dejo las fotos:

La moneda de Maravilia

Y la rana que tanto significado tiene para los
que han leído el libro.

Tal y como estábamos posicionados, dudé que nos quedara de nada: ni galletas, ni puntos de libro-corona... ¡nada! Recuerdo que había casi 100 personas allí... ¡Pero pude alcanzar una de cada!

No tengo ni idea del rato que estuvimos allí, esperando a que fuera nuestro turno. Y cuando llegamos a la mesa, nos encontramos a una agobiadísima Iria que no dejaba de ver como el montón de gente no menguaba. De nuevo me dio rabia la mala organización en ese sentido: una cola hubiese sido lo ideal, hubiese ayudado mucho para los que estábamos allí y para las propias autoras. Pero a ver cómo mueves a tanta gente para que haga una cola...

Pero bueno, una vez en la mesa vimos ese universo paralelo que había allí encima:

Con la firma, te daban un marca-páginas corona (doradito, muy cuqui), otro de Andreo Rowling, un flyer promocionando el libro y la tarjeta de visita que se ve en la esquina de la mesa, en esta última foto. Esa chica es la artista que creó las ilustraciones que nos mostraron y las que aparecen en el propio libro (es, además, la encargada de darle forma, en estos momentos, a la novela gráfica de la historia). Si tenías paciencia (o mucha cara dura, en el caso que alguien se colara), podías acercarte por el otro lado, hacer otro cola que tenía ella y que te hiciera un dibujo en el propio libro. A mí me sabía muy mal, la pobre ya debía de tener cola, como para añadirme también. Preferí conformarme con la firma de las autoras, que ya era un montón:

Cuando quisimos salir, debían de ser cerca de las 20:20 de la tarde. Pero, la verdad, aún después del agobio que hubo en el momento de las firmas, salí con la mayor sonrisa del mundo. 

¡Tardé dos días en empezar el libro y empezar a soñar con Maravilia!

¡Nos leemos! 

PD: Si algún día tenéis ocasión de ir a la Gigamesh, ojo a las camisetas que representan varios de los dependientes. ¡Y a la pizarra que tienen detrás del mostrador!