Crónica: La Feria del Libro de Valencia

La feria cerca del principio del día

¡Hola a todos!

¡Hace varios días que pude disfrutar, por primera vez en mi vida, de una feria del libro! Fue, exactamente, el jueves día 1. Y... ¡os contaré lo que me pareció!

Llegué a la puerta del Jardín de los Viveros sobre las 11:05 de la mañana, cinco minutos después de que abrieran la feria. Y nada más llegar a la entrada, no podías tener duda de donde estaría la entrada: en cada una, había un cartel enorme de la feria. Y en la entrada por la avenida Blasco Ibáñez, ya se podían ver los stands, ¡así que no había pérdida! 

Antes de entrar, me encontré con personas que iban repartiendo folletos. Tanto de la propia feria como de otros temas, vamos, ¡era el momento ideal para hacer publicidad! Y al entrar, me encontré con que, a lado y lado de una jardinera, había más de cincuenta stands. En el centro, antes de llegar a la zona de venta de libros, había un cartel enorme lleno de post-it con todos los autores que iban a firmar ese mismo día, la hora y el lugar. ¡Super bien montado, vamos!

Cerca de la una la cosa se animó

Bueno, con la cosa de que fui prontito, ¡no había prácticamente nadie! Era un gustazo poder pasear, recrearte en cada stand sin que nadie te empujara o quisiera mirar después de ti (como siempre ocurre en Sant Jordi en plena Barcelona). Había stands de todo tipo: de librerías normales, otras dedicadas a la psicología, a libros en inglés, libros de la universidad... ¡cada stand era una tienda! También estaba El Corte Inglés, FNAC y Casa del Libro. 

Había stands de información donde podías coger puntos de libro (promocionales, claro), el programa de la feria y pósters con la imagen de la feria de este año. Había otros, que eran más bien como carpas con mesas de café y un par de sillas donde, seguramente, harían presentaciones de libros y charlas con autores. 

En la pajarera ¡Se colgaba para llegar al grifo!

Según seguía al mogollón de stands, llegué a una zona más despejada donde tenían los stands del ayuntamiento y de las universidades. Hubo uno que me dejó atónita: estaba completamente dedicado a los libros antiguos, estos con gravados, gigantescos... ¡eran preciosos! Eso si, una lámina de 20 cm de alto y 10 de ancho ya te valía 5 €... Eran preciosos, ¡pero allí quedaban de vicio! 

Poco más adelante tenían puesto un escenario donde parecían estar haciendo un espectáculo para los niños (contando historias de todo tipo o cantando), una carpa bastante grande con las editoriales valencianas y un bar. Que más que bar, parecía un chiringuito de playa, ¡pero venía de maravilla!

En general, en tema diversidad de libros, la verdad es que la mayoría tenía los mismos. Quizá variaban en alguno, pero siempre se veían los mismos. Y yo que me iba fijando en las secciones juveniles veía una y otra vez Divergente, Cazadores de Sombras y Bajo la misma estrella. Bueno, al menos fue los que más vi repetidos. Se notaba que son las novelas de éxito. 

Tenían una exposición de las maravillas naturales

En el tema autores que firmaban, la verdad es que conocía a alguno de oídas, pero no había ninguno que me llamara realmente la atención (cada autor iba un día, así que te tocaba alguno que conocías o no). Lo que me encantó es que, como casi no había gente, los autores podían firmar libros y tirarse un rato hablando con sus fans. ¡Pero rato de reírse y todo! Me pareció muy entrañable. También hay que decir que, si fuera un escritor/a de éxito, ¡dudo que estuviese tan tranquilo!

En resumen, ¡me gustó mucho! Para qué negarlo. Poquita gente, tantiiiiiiiisimos stands de libros... Eso si: ¡hacía un calor para morirse! Quizá se me hizo un poco agridulce porque no pude comprarme ni un solo libro.Y que no fuera el mismo día de Sant Jordi pierde un poco de su encanto... 

La verdad es que di la vuelta rapidísimo. Después aproveché para ver qué era el Jardín de los Viveros propiamente dicho y... ¡una perfecta segunda parte para ese paseo! Es precioso. Mucho. Con una rosaleda, una pajarera... Quizá muy poco cuidado, pero si le dedicasen un poco de tiempo, ¡sería bellísimo!

En fin, ¡que el año que viene repito seguro! 

¡Gracias por leerme! =3

La rosaleda