50 Sombras de Grey, de E. L. James

Esta opinión va a ser un poco diferente. Se trata de mi opinión personal de la pseudonovela 50 Sombras de Grey. Si, habéis leído bien. Pseudo. Sé que me ganaré el odio de muchas personas, pero tengo que quedarme a gusto. Criticarme los que queráis, pero será mi opinión. Por supuesto, quedáis advertidos de que no pienso callarme ni una escena que necesite mencionar. Así que si alguien sigue teniendo ganas de leerlo después de ver esto... ¡quedáis advertidos!

Ya hace un tiempo que pasó la fiebre Grey. Son bastantes las personas que me decían que me leyese los libros, que eran increíbles. Y yo, harta de tanto boom que le habían dado, decidí que los leería cuando terminase todo ese marketing.  Además, fui leyendo reseñas de personas que absolutamente no habían podido con él, que les resultaba pésimo. Y mis ganas de leerlo para poder dar mi opinión aumentaban. 

Hará como cuatro meses que lo leí. Y puedo afirmar que no intentaré leer los dos siguientes. Algunas personas dirán que iba ya con la idea de que era malísimo y que vi lo que decían por ahí. Pero sinceramente, había más gente a mi alrededor que decía que era increíble. 

En fin, no me iré por las ramas y os contaré, poco a poco, lo que me pareció…

En cuanto lo empecé, vi que se trataba de un libro narrado en primera persona, en presente, desde el punto de vista de Anastasia Steel. No es que esté en contra de este tipo de narración, pero hay que saberla usar. Puedes hacer una novela increíble, llena de sensaciones y pensamientos del protagonista o cagarla estrepitosamente. Y más si está en presente. Es complicado narrar algo en presente. Más si es toda una novela. 

La narrativa, la mayoría del tiempo… puedo empezar diciendo que los cambios de párrafo están de adorno. Parece que la autora los pone donde le parece. Así, a lo loco. La tremenda descripción… ¡es agobiante! Lo describe todo, todo y todo. A la chica solo le faltaba decir las veces que respiraba. Tampoco ocurre una única vez que hay alguien medio tapado por algo (véase una secretaria de una importante empresa sentada detrás de un mostrador) y que la protagonista la describe de arriba abajo o es capaz de ver algún movimiento que haga. O está en una habitación con las luces apagadas (lo que entiendes que está oscuro...) y te describe el ambiente con todo detalle...

Me he encontrado con conversaciones idénticas a algunas que salen en Crepúsculo… Como la que tienen Ana y su madre, en la que la madre le pregunta si ha conocido a algún chico… ¿os suena, lectoras de Crepúsculo?

En medio de la narración, hay pensamientos en vivo de la protagonista. ¡Pero ni lo notas! No hay unas comillas, una cursiva… que te indique que es una narración diferente. Muy profesional. A ver, sí, después de soltar su pensamiento, hace referencia a que lo ha dicho su conciencia... ¡pero puede llevar a error!

Y, más que un libro, parece el diario secreto de una adolescente de 15 años que está descubriendo el mundo.

¡¡Aaaah!! ¡No pienso olvidar el alucinante Apple que le regala Grey a Anastasia! Un MAC ultimísimo con 32 Gb de memoria RAM… ¡¡¡32!!! Por si ya sobran los 16, imaginad 32… Claro que, tras pedirle a mi chico que investigara sobre ello, se encontró con que no existía ningún MAC con esas características. Al menos, no de fábrica. El señor Grey tendría que haberlo modificado antes de enviarlo a su sumisa. 

La trilogía completa

El caso es que… ¡¡Anastasia era Bella Swan!! No me lo he podido callar por más tiempo… Si es que leía y era como si viese de nuevo a Isabella Necrofílica Swan. Idénticas. Ambas con horchata en las venas, piel clarísima, pelo castaño…. La única diferencia es que Ana tenía los ojos claros. Pero, que no se me olvide, ambas son igual de patosas, igual de edwardependeientes/greydependientes e igual de: “no me he enamorado nunca aún teniendo 17/21 años”. Seamos sinceros: TODA MUJER DE 21 AÑOS SE HA SENTIDO ATRAÍDA POR ALGUIEN. Todas han pasado por la adolescencia y han hecho el tonto fijándose en el chico mono del instituto. Y quien no lo haya pasado, es que es asexual. Sinceramente, no me creo que Anastasia, con 21 años, no le haya gustado nadie. Ya no hablo de sexualmente hablando (que es más sencillo que no…), ¿pero de gustarte alguien? También puedo añadir el que ambas tienen un nombre largo, rococó… pero que, si lo cortas, queda bien y todo. 

A ver… ¡que me voy por las ramas y no me centro!

Continuando el comentario sobre Bell… quiero decir, Ana, me encuentro con que se enamora en nada de su queridísimo Grey. Quizá algunas personas que me leen sepan que odio esa clase de romances. No creo en el “amor a primera vista”. Me parece de ser muy superficial. Así que ya imagináis mi opinión al respecto… 

Me hizo gracia la parte en la que Anastasia va a hacerle la entrevista al señor Grey. Le suelta una pregunta demasiado poco profesional y, después de leerla (en voz alta) se da cuenta de lo que ha dicho… ¿en serio? ¿En serio no te enteras de lo que lees hasta que lo has leído en voz alta? Además, se suponía que, mientras esperaba, ¡se las había mirado! ¿Qué miraba?, ¿Qué hubiese vocales entre las consonantes?, ¿qué realmente hubiese preguntas y no quedase como una absoluta estúpida (aún más)? 

Pero, es que la chica, además de tener horchata en las venas, es MUY superficial. En todos sus encuentros con Grey, no deja de hablar de su físico. Claro, como que es lo único que tiene. Porque su carácter es horrible. ¿Cómo va a enamorarse de su interior si tiene una de mierda que no se la aguanta ni él? Pues mejor enamorarse del exterior, que viene y va (ironía modo: OFF). 

Si es que esta chica está minada de críticas… La expresión que siempre repite: “Uau”. Enferma. Así es como me pone. ¡Suena a la típica expresión que diría una mujer de 40 años o más! No le pega a una chica de 21… 

Así es como veía el "mini-yo" de Ana

Ey, y que no se me olvide lo marrana que es. Lo primero que supe de esta chica, el primer párrafo que leí sobre ella, era de una escena en la que cogía el cepillo de diente de Grey, se lo metía en la boca y lo utilizaba para lavarse los suyos. No soy muy escrupulosa, pero cualquier dentista puede decirte que eso es bastante antihigiénico. Pero no se me quitó la idea de marrana de la cabeza cuando leí como se quitaba un tampón usado y lo tiraba por el váter. Quizá es que en EEUU es algo normal, eso de tirar un tampón, compresa… lo que sea con tu sangre por el váter. Para dar la posibilidad de embozar el váter o de complicarles la vida a la gente de las depuradoras. Sí. Marrana. 

Lo de tragarse el semen… bueno, allá tu, chica. Pero, posiblemente, al rato debías haber tenido un buen dolor de tripa… o un par de días después, una buena diarrea (lamento ser tan explícita…).

Una de las cosas que más gracia me hizo de este personaje, fue que tenía un “mini-yo”. Si, al estilo Lizzie McGuire. Era como si ese “mini-yo” tuviese tu propia conciencia, su propio carácter (porque era bastante diferente a su dueña). Y es que era “la diosa que llevaba dentro”. De ahí que me llevara a pensar que tuviese otro carácter.

Para terminar, el colmo de esta chica llegó cuando terminaba el libro. En el momento en el que ella ha aceptado todo lo que conllevaba el sado con Grey y empieza la primera sesión, ella se da cuenta de lo que realmente duele y, sin utilizar las palabras de seguridad (que podría haber utilizado…), le dice que pare, que es un “hijo de su mamá” y que arregle “su mierda”. Que no soy nada fan del señor Grey, pero me pareció, muy rastrero. Lo que no entiendo es cómo no salió corriendo cuando le mostró el “cuarto rojo del dolor”. En su lugar, hubiese corrido mucho. Y espero que esa “piel roja” del colchón fuese una sábana….

Bien, ahora que me he quedado a gusto hablando sobre Anita, comentaré al señor Grey. O mejor dicho, el señor Arrogancia. Porque hablar con ese hombre si que debe ser de sadomasoquista: su arrogancia y ego te da bofetadas. Pero es que no solo es arrogante y ególatra. Es un maniático, autoritario, celoso…. Madre mía, ¡tiene todo lo malo de un hombre!

La verdad es que me ha costado mucho no pensar en este hombre como un machista que, lo único que quiere, es aprovecharse de una nena tonta para pegarla. Pero mucho. Fue una buena charla con mi chico para intentar… ¿cómo decía él? Open your mind. Porque solo veía machismo y maltrato por todas partes. Pero, es que si el tío le decía que solo le tendría si ella se sometía… Que no podía tener una relación normal… Lo rabioso que se ponía cuando un hombre se acercaba a su sumisa era enfermizo. Por no hablar de cuando ella le pide tiempo para pensar en todo el tema de su extraña relación y a él no se le ocurre otra cosa que ir hasta donde está. ¡Me costó, que queréis que os diga!

¡Ah! Y el señor Grey no se libra de marranadas. No voy a decir ninguna de sus actividades sexuales, pero si lo posterior. Cuando se quita el condón, le hace un nudo y se lo mete en el bolsillo. Olé.

Bueno, no me seguiré metiendo con los otros personajes (Kate también podría llevarse la palma…) porque si no esto será interminable. 

Lo que sí que haré, será daros la lista de personajes que son calcados de Crepusculo:

• Anastasia: Bella. Toooooooda ella.

• Grey: Edward. Pelo cobrizo incluido.

• Mia: Alice.

• Elliot: Emmet. Solo el carácter.

• Taylor: Emmet. Solo el físico.

• Kate: Charlie. Cambiado de sexo, pero igual psicológicamente.

• José: Jacob. Sonrisa deslumbrante incluida.

• Madre de Ana: Renné-madre-de-Bella. Varias relaciones y actual a la que tiene que dejar espacio incluida.

Y la de personajes a los que no habré prestado atención… 

Si he de buscar alguna parte que “me haya gustado” puedo encontrar una frase y una escena que me hicieron gracia. Dos en total:

• “Anastasia, estabas casi en coma. La necrofilia no es lo mío.” Dicho por el señor Grey, después de recoger a Ana con una borrachera épica. 

• La escena en la que Taylor, el enorme guardaespalda del señor Grey, le lleva ropa nueva a Ana. Incluso ropa interior. Me lo imaginé, tan grande como lo describe, en una tienda de Woman’s Secret. Monísimo.

Siendo muy sincera, esta novela me aburrió mucho. Me ha parecido muy lento y monótono. Siempre fornicando. Siempre. Me resultaba mucho más interesante saber qué hacía el guardaespaldas hasta que lo necesitaban… ¡porque estaba allí sin tardar un segundo! Me hubiese gustado mucho más si hubiese estado protagonizado por Elliot, el hermano de Grey. ¡Es un chico mucho más carismático! 

Lo único que he encontrado que podría haberles arrebatado más de un suspiro al millón de mujeres que se han leído el libro es que el señor Grey le abre la puerta del coche en todo momento. Claro que, a mí, no ha hecho otra cosa de desesperarme. Porque una vez, vale, ¿pero siempre? Madre mía, ¿qué tiene un problema en los brazos que no le permita abrirla ella?

No llego a entender el éxito de este libro. Que un hombre te diga “yo no hago el amor, yo follo duro” me parece lo menos romántico que puedas echarte a la cara. Y me deja alucinada que a tantas mujeres quieran “un Grey en su vida” cuando dice esa clase de cosas…

La autora de la trilogía.

El mayor error de esta clase de novelas es que puede hacer creer que toda mujer puede llegar a cambiar a un hombre malo o torturado, cosa que considero un error. Las personas no cambian por “la magia del amor”.

Pero hay algo que, realmente, me da muchísima rabia de esta novela en particular. No puedo llegar a imaginarme la cantidad de grandísimos libros, buenos de verdad, que no se publican porque no son “comerciales”. Pero, en cambio, esto sí. No quiero desprestigiar a nadie que lo haya leído (mi propia madre lo ha leído y es fan absoluta, así que…), pero este libro es todo marketing y publicidad. Es malo, por más que se diga. La narración es simplona, la trama absolutamente igual, personajes y escenas sacados de otra saga, y lleno de incongruencias… ¡Me da mucha rabia que libros así tengan éxito! Y más sabiendo que se trataba de un FanFic basado en Crepúsculo. Lo que no entiendo es cómo se le ocurrió a alguien la genial idea de cambiar los nombres de los protagonistas para publicarlo... Y tras el enorme éxito de esta pseudo trilogía, la de libros que se han publicado… Que no he leído completamente, pero la temática es la misma. Tengo ganas de ver uno en el que los protagonistas sean dos hombres o dos mujeres… a ver cuánto dura en el mercado. 

NOTA PERSONAL:

Creo que he dejado mi opinión más que clara y he escrito todo lo que me ha parecido mal de esta historia. No lo recomiendo, a nadie. Hay libros eróticos muchísimo mejores que este “éxito de masas”.